batería LFP
Las baterías LFP (Litio Hierro Fosfato) representan un avance significativo en la tecnología de almacenamiento de energía, combinando seguridad, longevidad y responsabilidad ambiental. Estas baterías utilizan fosfato de hierro litio como material del cátodo, emparejado con un ánodo de grafito, lo que resulta en una fuente de poder estable y confiable. La composición química de las baterías LFP las hace inherentemente más seguras que las alternativas tradicionales de iones de litio, ya que son menos propensas a la fuga térmica y mantienen estabilidad incluso bajo condiciones desafiantes. La tecnología proporciona una salida de poder consistente durante todo el ciclo de descarga, manteniendo los niveles de voltaje hasta casi agotarse. Las baterías LFP destacan en diversas aplicaciones, desde vehículos eléctricos y almacenamiento de energía renovable hasta sistemas de poder de respaldo y equipo industrial. Su construcción robusta permite operar en un rango de temperatura amplio, típicamente de -20°C a 60°C, haciéndolas adecuadas para diversos entornos. Estas baterías demuestran una vida útil ciclada notable, a menudo excediendo 3000 ciclos de carga mientras mantienen el 80% de su capacidad original. La ausencia de cobalto en su química también las convierte en una opción consciente ambientalmente, reduciendo el impacto ambiental de la producción de baterías y abordando preocupaciones sobre el origen ético.