batería de plomo ácido y batería de iones de litio
Las baterías de plomo y las baterías de iones de litio representan dos tecnologías fundamentales en soluciones de almacenamiento de energía. Las baterías de plomo-ácido, inventadas por primera vez en 1859, utilizan una reacción química entre placas de plomo y ácido sulfúrico para almacenar y liberar energía. Cuentan con un diseño robusto con dióxido de plomo como el electrodo positivo y plomo como el electrodo negativo, suspendido en una solución de electrolito. Estas baterías se utilizan ampliamente en aplicaciones automotrices, fuentes de alimentación ininterrumpidas y sistemas de almacenamiento de energía solar. Las baterías de iones de litio, introducidas en la década de 1990, emplean compuestos de litio y materiales avanzados de electrodos para lograr una mayor densidad de energía. Su funcionamiento se basa en iones de litio que se mueven entre electrodos positivos y negativos durante los ciclos de carga y descarga. Estas baterías tienen varias sustancias químicas, incluyendo óxido de cobalto de litio, fosfato de hierro de litio y óxido de manganeso de litio. Sus aplicaciones abarcan desde la electrónica portátil hasta los vehículos eléctricos y el almacenamiento de energía a escala de red. Ambas tecnologías desempeñan funciones cruciales en diferentes segmentos de mercado, con las baterías de plomo-ácido que sobresalen en aplicaciones de alta corriente y las baterías de iones de litio que dominan en aplicaciones que requieren una alta densidad de energía y un peso más ligero.